Los cazabombarderos F-18 constituyen el pilar de la defensa aérea española. Destacados con las bases de Torrejón de Ardoz, Zaragoza y Gando, estos aparatos se encuentran en alerta permanente, 24 horas al día, los 365 días del año.
Su misión es la de policía aérea, con operaciones de identificación de aviones y comprobación de rutas. También se encargan de montar dispositivos de seguridad en grandes eventos y actúan como escolta de autoridades.
Pero si se produce una emergencia, un F.18 con su tripulación puede despegar en siete minutos desde que se recibe la alarma.
Aunque tiene un tamaño reducido, 17 metros de longitud y 11,5 de envergadura, esta aeronave puede operar con un mayor número de equipos de armas que otros aviones de combate.
Además, su polivalencia le permite actuar como caza en misiones aire-aire, o como bombardero en operaciones aire-tierra.
Cada uno de ellos puede hacer 6.000 horas de vuelo, una larga vida para aviones de estar características. La capacidad máxima de combustible del F-18 es de 8.500 litros, esto le proporciona una autonomía de alta cota de cuatro horas, que puede ser ilimitada puesto que está preparado para reabastecerse en vuelo.
De una bonita línea aerodinámica, estos cazas llegan a alcanzar una velocidad de dos veces el sonido, unos 1.400 kilómetros por hora. A bordo de un F.18 llegaríamos desde Zaragoza a Palma de Mallorca en 10 minutos.
En cuanto a sus pilotos, realizan las prácticas en un simulador de vuelo, una réplica exacta de la cabina del F-18, lo que supone un considerable ahorro de combustible y de mantenimiento, pero sobre todo en coste humano.
Fuente: Ministerio de Defensa Español
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