Feria Defensa Inglaterra
Un avión no tripulado del programa Watchkeeper del ejército británico ha detectado los movimientos de dos insurgentes en la entrada a una aldea que intenta recuperar una patrulla de infantería. El jefe del pelotón ordena a sus hombres agacharse en posición defensiva. Un soldado corre hacia su superior, se quita una mochila y activa un minúsculo vehículo no tripulado, del tamaño de un coche teledirigido de niño. Con una pantalla de mando muy similar a una videoconsola, dirige el vehículo hasta la parte trasera de un coche sospechoso aparcado junto a una de las primeras viviendas del pueblo. Cuando el vehículo se dirige de vuelta a la patrulla, como un perro corriendo hacia su dueño, explota la carga que ha colocado en los bajos del coche a modo de señuelo y estalla el artefacto explosivo improvisado (IED por sus siglas en inglés) que habían colocado los insurgentes. El jefe de la patrulla levanta los dos puños con el pulgar hacia arriba y sus hombres reinician la marcha.
La escena está grabada -y retransmitida en directo al avión no tripulado que protege desde el cielo el avance de la infantería- por un robot sobre ruedas que sigue los pasos de la patrulla, de un tamaño similar al de R2-D2, la estrella de la Guerra de las Galaxias. Y, a pesar de lo logrado del atuendo de los insurgentes, esto no es Afganistán sino Londres, donde la demostración en vivo de vehículos no tripulados de apoyo a la infantería ha sido una de las estrellas de la feria Defence and Security Equipment International (DESI), una de las mayores exposiciones de la industria de la defensa del mundo.
En la simulación, la patrulla desplegará más tarde una minúscula cámara sobre ruedas, que parece una araña vista desde lejos, para introducirla en el edificio donde se ha hecho fuerte un francotirador que ha herido a uno de los soldados. La araña mecánica permite a la unidad ubicar la estancia donde está escondido el insurgente, y tres soldados con cámaras en el casco inician el asalto para reducirlo. La secuencia es recibida en directo en las pantallas de los comandantes británicos en Afganistán, una cobertura de la que carecían, por ejemplo, los miembros de la Delta Force que mataron a Osama Bin Laden en Pakistán en mayo. Más tarde, otro robot de mayor tamaño dotado de un potente brazo mecánico es desplegado para arrastrar al soldado herido a una posición segura, fuera del fuego enemigo. Un mini-helicóptero no tripulado de apenas 15 centímetros de largo ha permitido a la patrulla tener imágenes en tiempo real de los movimientos del enemigo hasta 150 metros por delante de ellos.
5.000 «drones» en Irak y Afganistán
Vista así, la guerra discurre muy despacio. Y los primeros en llegar al objetivo no son seres humanos sino todo tipo de vehículos, robots y cacharros no tripulados que anticipan desde tierra y desde el aire los movimientos de los soldados. Ya hay unos 5.000 vehículos de este tipo, llamados «drones», desplegados en Irak y en Afganistán. En octubre de 2009, de hecho, la insurgencia afgana de la provincia de Badghis secuestró un mini UAV (del inglés Unmanned Air Vehicle, o vehículo aéreo no tripulado) del Ejército español, y pidió un rescate por él, tal y como informó entonces en ABC Mikel Ayestarán.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos entrena ya a más hombres para ser operadores de este tipo de aviones no tripulados que pilotos de cabina, y el Pentágono espera que el 15% de las Fuerzas Armadas sean robóticas en 2015. La evolución en tierra es, de hecho, similar, donde ya uno de cada 50 soldados es un robot. EE.UU. tiene desplegados unos 12.000 soldados-robots, muchos de ellos similares a los mostrados estos días en la feria londinense.
«Todo lo ciber, las tecnologías de la información y los mercados de los vehículos no tripulados han estallado a medida que ha progresado la tecnología, y los expertos creen que estos segmentos se salvarán de los fuertes recortes en los planes de reducción de gasto en curso», escribe Zachary Fryer-Biggs en «Defense News», un portal especializado de la industria.
Guerras no tripuladas desde 2040
La Fuerza Aérea de EE.UU. presentó en mayo un informe titulado «Plan de vuelo de sistemas de aviones no tripulados 2009-2047» que dibuja un escenario de guerras no tripuladas a partir de la década de los 40 de este siglo. «La dimensión, el alcance y la fuerza letal de las operaciones de combate en 2047 requerirán un sistema de sistemas no tripulados para reducir los riesgos para las misiones y para nuestras fuerzas», afirma el informe. En este esquema, algunos creen que el F-35 Joint Strike Fighter, el caza táctico de última generación de Lockheed Martin, podría ser el último modelo tripulado de su clase.
En el ámbito europeo, la alianza entre la británica BAE Systems y la francesa Dassault Aviation es el aspecto más llamativo del nuevo tratado militar franco-británico. Aunque está destinado a la fabricación conjunta de «drones», muchos en la industria creen que se trata también del germen del futuro modelo de caza europeo. Hacia el año 2030 llegarán a su fin de ciclo los actuales cazas Rafale (francés) y el Eurofighter, el modelo británico participado por EADS y del que el Ejército del Aire español espera tener hasta 87 unidades. Y todo apunta a que serán sustituidos por la primera generación de cazas no tripulados. Su misión será hacerse con el control del aire mientras, en tierra, soldados y robots comparten banco en vehículos de transporte terrestre no tripulados, como los más de 6.000 que Boeing tiene previsto construir para los ejércitos de Estados Unidos y del Reino Unido, según han anunciado estos días en la feria londinense, que ha reunido esta semana a casi 1.300 empresas de 98 países, entre las que estaban las españolas Navantia, Expal o Casa.
Fuente: http://www.abc.es/20110918/internacional/abci-todos-ustedes-guerras-tripuladas-201109161828.html
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