lunes, 1 de junio de 2009

¿Para que patrullar?

No se puede planear una operación sin poseer una información precisa y actualizada. Pese a la existencia de sistemas muy sofisticados de obtener esa información –los satélites, la fotografía aérea, los zánganos, los vehículos de control remoto, los aparatos de vigilancia nocturna y demás- la actividad de patrulla es la forma más fiable de conseguirla de manera detallada y verificable.

Poseerá el control de la tierra de nadie aquel bando que sea capaz de mantener su flujo de información.

A su vez servirá para dificultar al contrario la obtención de datos sobre las posiciones de uno. En efecto, la patrulla tiene un aspecto positivo y otro negativo; si bien la mayoría de las salidas se organizan para obtener información, puede ser igualmente importante negar al enemigo la que él necesita sobre nuestro dispositivo.

La acción de patrulla pide un alto grado de profesionalidad. Se necesita una planificación meticulosa, un elevado nivel de entrenamiento individual, saber trabajar en equipo y un liderazgo decidido. En cierto sentido, la patrulla exige más del infante que otras muchas facetas de la guerra moderna.

Existen tres tipos básicos de patrullas: reconocimiento, estacionarias y de combate.

Fuente: Revista Comando

No hay comentarios:

Publicar un comentario