Las patrullas estacionarias ocupan posiciones por delante de las líneas principales propias con el fin de poder advertir sobre cualquier movimiento enemigo y prevenir o desbaratar infiltraciones hostiles. El tamaño mínimo de una de estas patrullas debe ser de tres o cuatro hombres. Con estas patrullas estacionarias se persigue:
1-. Observar y escuchar posibles aproximaciones enemigas.
2-. Vigilar el terreno que hay por delante y aquellas partes del dispositivo enemigo que no sean visibles desde las posiciones principales propias.
Durante las patrullas estacionarias, el puesto de observación se alcanza durante la noche y en él se procura permanecer oculto durante el día. Se puede estar en contacto por radio con las posiciones a las que se está protegiendo, de modo que, de ser necesario, se pueda controlar el tiro de la artillería, los morteros o las ametralladoras tanto en el asalto de la fuerza principal como en el apoyo del puesto que se ocupa. Si se ha de trabar combate, lo aconsejable es retirarse.
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