miércoles, 3 de junio de 2009

Pisadas

Las huellas de pisadas son la principal fuente de información. No puede asumirse que los perseguidos anden en la dirección de sus huellas, pues puede que se hayan atado las botas al revés o que, sencillamente, anden hacia atrás. La dirección de la marcha puede comprobarse mediante la profanidad de la huella: la parte más honda indica hacia donde se dirige el perseguido. Esa misma profundidad, así como la longitud de su zancada, permitirá saber si los guerrilleros van muy cargados: de ser así, la distancia entre huellas es más corta

La diferencia de profanidades entre la punta y el tacón puede dar una idea sobre la velocidad de la marcha: cuando se corre, por ejemplo, se deja una pisada muy honda en su parte delantera y muy superficial o nula en la del tacón.

La determinación de la “antigüedad” de una pisada depende mucho de las condiciones meteorológicas e incluso de la hora del día. Las huellas en el barro en cuyo interior no haya restos de agua son muy recientes. Si ha llovido hace poco rato y dentro de la huella hay agua, es evidente que ha sido hecha antes de que lloviese.

Cuando se sigue una senda que es transitada habitualmente por animales, hay que fijarse si éstos han pisado encima de las huellas humanas. Muchos animales se desplazan siempre por una misma ruta, por lo general entre su guarida diurna y el abrevadero o territorio de caza nocturno.
Si hay huellas de una misma clase de animales en ambas direcciones sobre las improntas humanas, éstas tienen por lo menos más de una noche.
Fuente: Revista Comando

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