Defensa contra perros

Los perros guardianes y los de ataque actúan con su entrenador o amo, o corren libres en un área determinada.
Es posible que un perro puesto en libertad no reconozca ni siquiera a su amo, sino que atacará en cualquiera que entra en su territorio. Pero, tanto si el animal está sujeto por una correa como si corre libre, se le ha entrenado para un único objetivo fundamental; atrapar a cualquiera que no deba estar allí.
Cuando uno se enfrenta con un perro guardián se debe:

1-. Aproximarse siempre con el viento en contra
2-. Desplazarse despacio para ahorrar esfuerzo y disminuir el sudor
3-. Mantenerse en la posición más baja posible y aprovechar los accidentes del terreno. Los olores llevados por el viento, no se desplazan en línea recta y cualquier obstáculo natural puede ayudar.
4-. Seguir las huellas dejadas por otras personas
5-. Cuando se esté a unos 200 metros del objetivo no se debe detener uno; los perros detectan los olores incluso cuando tienen el viento en contra.
6-. Si se trata de burlar a un animal que guarda un edificio, debe uno situarse en la parte alta del terreno; los perros tienen problemas para detectar personas que se encuentran por encima de sus cabezas.
7-. Si de improviso te encuentras cerca de un perro y su amo, mantente quieto. Muchas veces los perros guardianes han pasado a 10 metros de un intruso, que está perfectamente quieto, sin apercibirse de el.

Si no se puede eludir al perro, hay que inmovilizarlo. Y no se puede hacer con seguridad hasta que el animal esté al alcance. Hay que dejar que muerda. Para ello, se envuelve con algún material protector el antebrazo que se le va a ofrecer. La protección se dispone en tres capas. Una suave en el interior, como una almohadilla; una más dura, para detener la penetración de los dientes; y otra más suave para ofrecerle al animal. No debe impedirse que el perro ataque, pero sí asegurarse que toma el blanco que se le ofrece; la segunda vez será mucho más difícil poder controlarlo. Sólo cuando el perro hunda sus dientes en la almohadilla hay que deshacerse de él.



Mantente más alto que el perro; esto le dificultará la tarea.

Protégete el antebrazo con tres almohadillas

Deja que el perro te muerda el brazo protegido. Si mantienes la verticalidad podrás golpear al animal.

Si el perro se te lanza encima, arrójate al suelo y mantén el cuerpo pegado al suyo. Gira hasta que estés sobre el animal e inmovilízalo.

Fuente: Revista Comando