1-. Tiende el animal sobre su espalda, extiende las cuatro patas y haz un corte desde el ano hasta el esternón, con cuidado de no cortar el intestino
2-. Corta la piel a lo largo de las cuatro patas. Retira las tripas, comenzando por la garganta, trabajando hacia abajo. No ingieras estas vísceras.
3-. Ahora puedes quitar la piel. Es posible que debas cortar la cola primero.
4-. Saca la piel en una sola pieza. Un pulso firme y un tirón fuerte es cuanto se necesita.
5-. Lo último que hay que hacer es cortar la cabeza. Guarda la piel para abrigarte.
Fuente: Revista Comando
No hay comentarios:
Publicar un comentario