martes, 19 de mayo de 2009

Precaución con los aludes

Algunos aludes pueden alcanzar los 300 km/h y llevan con ellos cientos de toneladas de nieve, hielo y fragmentos de rocas que pueden enterrar a una persona hasta 10 metros por debajo de la superficie. Veamos algunas precauciones básicas que nos mantendrán lejos de las zonas peligrosas

1-. Mantenerse en las alturas.
2-. Evitar las zonas propicias a los desprendimientos y las laderas muy pronunciadas
3-. No marchar solo, aunque manteniendo una distancia de seguridad entre los miembros del grupo
4-. Evitar los barrancos: nunca se sabe qué puede caer de lo alto
5-. Vigilar la temperatura del aire y de la nieve, sobretodo en primavera. Los cambios repentinos provocan aludes.
6-. Abrir hoyos de vez en cuando para comprobar las condiciones de nieve profunda.
7-. Buscar signos de aludes recientes: a veces no vienen solo
8-. Escuchar atentamente
9-. No dar por supuesto que el grupo está a salvo por haber cruzado la zona de peligro, pues debe haber desencadenado un alud.
10-. Evitar las partes convexas de las laderas, pues es en ellas donde suelen fracturarse los bloques.
11-. Mantenerse por debajo de la línea de árboles; generalmente es más seguro
12-. Huir de las laderas cuya pendiente sea de 30 a 45 grados, pues suelen ser las más peligrosas

13-. A mayor profundidad de la nieve, mayor es el peligro
14-. Evitar la nieve reciente: tarda un mínimo de 2 o 3 días en asentarse
15-. Viajar de madrugada, antes de que salga el sol
16-. No debe pensarse que “el rayo no cae dos veces en el mismo sitio” ni darse por supuesto que, si se ha producido un alud, a ha pasado el peligro. Los aludes siempre tienen lugar en el mismo sitio
17-. En las cadenas montañosas, la nieve se acumula en el lado de sotavento, en grandes masas sobresalientes llamadas cornisas. A menudo se proyectan lejos de las laderas y pueden desprenderse si se anda sobre ellas. Evítense los lugares potencialmente peligrosos.


Fuente: Revista Comando

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