miércoles, 29 de abril de 2009

Cruzar río sin uso de balsas

Cruzando una corriente rápida

Si cruzas una corriente muy impetuosa, quítate los pantalones y calzoncillos para que el agua tenga menos superficie donde empujar. Quédate con el calzado para que proteja tus pies y tobillos de las piedras y para disponer de mejor agarre en el fondo. Sujeta los pantalones y otras cosas importantes de tu equipo en la parte superior de la mochila; si has de desprenderte de algo, lo encontrarás todo junto.

Colócate la mochila muy alta sobre la espalda de forma que puedas desprenderte de ella con rapidez si pierdes pie. Una mochila que no se suelte lo suficientemente pronto, puede arrastrar al fondo al nadador más experimentado. Cuanto más pese el equipo, sin embargo, mejor, ya que ayudará a afianzarte en el fondo cuando vadees.

Busca un palo resistente de unos 12 cm de diámetro y de dos o dos y medio metros. Agárralo con fuerza y clávalo firmemente en el fondo para romper la corriente. Planta cada pie con firmeza a cada paso, y mueve el palo hacia delante, ligeramente más debajo de la corriente que la posición anterior. Mantén el palo sesgado de forma que la fuerza de la corriente lo mantenga firmemente contra ti.

1-. Cruza el curso en un ángulo de 45º, con el compañero más pesaso en el extremo trasero del palo
2-. Un vadeo de cuatro hombres a vista de pájaro; la corriente fluye en un ángulo de 45º respecto al palo

Cruce en equipo

Si no vas solo, cruza la corriente en equipo. Asegúrate de que todos han preparado su equipo como ya se ha indicado. El de más peso se situará en el extremo del palo corriente abajo y el más delgado en la otra punta. Así el primero romperá la corriente y los demás podrán moverse algo más cómodamente. Si el primero pierde pie, los demás podrán sujetar con fuerza el palo permitiéndole un asidero.
Como en todo vadeo, cruza a unos 45º con la corriente. No es conveniente que se aten las personas del equipo.

Crecidas

Cuidado con las crecidas, muy corrientes en los trópicos y en algunas estaciones en otras zonas. Pueden producirse de repente a muchos kilómetros de una tormenta. Trata de cruzar con seguridad pero rápidamente. La pérdida de calor puede ser importante y pronto te quedarás débil. Una vez en la otra orilla, sácate la ropa y escúrrela todo lo que puedas. Si puedes, ponte ropa seca, si no es posible, vuelve a ponerte las húmedas: se secarán tan pronto entres en calor.

Fuente: Revista Comando

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